¡¡Hay unos bichos en mis tallarines!!

Gorgojos dentro de un paquete de pasta

Puede que os parezca extraño, pero los higienistas alimentarios recibimos a veces llamadas muy raras, de amigos, conocidos o desconocidos que, alarmados y preocupados por lo que van a comer buscan en ti una respuesta que los tranquilice o una solución que los proteja, algo que, muchas veces, no puedes proporcionar…

El otro día un amigo me llama a las 3 de la tarde y nada más coger el móvil, sin mediar saludo de cortesía ni otras parafernalias me suelta; - Hay unos bichos en mis tallarines. – Yo, entre extrañado y sorprendido, espero a que siga contándome algo más sobre este asunto pero mi amigo se calla, y después de un silencio de unos diez segundos continúa – Los puedo comer, ¿verdad?

Me rio y le digo – Lo que no mata engorda, la respuesta no le gustó, de un profesional buscaba una respuesta técnica, una locución que apoyase su teoría y le permitiese pasar la tarde sin retortijones, porque, mucho me temía, se había dado cuenta de la presencia de dichos bicos después de haber comido una buena ración de los mismos. Una vez dejé de lado las bromas, lo tranquilicé y le pedí que me mandara una foto por WhatsApp, que acabó confirmando mis sospechas … se trataba de gorgojos.

¡¡Hay unos bichos en mis tallarines!! - Los gorgojos de los cereales, una plaga emergente

Vamos a hablar de este pequeño señor de las alacenas, el gorgojo, que en sus múltiples variantes. Causa estragos en los almacenes de granos y miedo en los estantes y alacenas de los consumidores que, alarmados por la presencia de estos picudos visitantes, buscan soluciones radicales que a veces son más sencillas de lo que parecen. Vamos a ver algunas de las características de esta plaga y como gestionarla en nuestra casa, evitando que aparezca o actuando de manera efectiva en caso de detectarla

¿Qué es el gorgojo y donde los encontramos?

Los gorgojos son insectos coleópteros, pueden volar, que se alimentan de diferentes productos, especialmente granos, legumbres y otros productos de origen vegetal. Están distribuidos por todo el mundo y causan importantes daños a las cosechas ya que destrozan los productos al alimentarse y colocar sus huevos en el interior de los mismos.

gorgojo del arroz

Gorgojos en el arroz

Existen cientos de variedades, pero en nuestro caso nos preocupan aquellos que pueden encontrarse en la comida, especialmente en los productos con base de cereal: harinas, arroz, pasta, tortas. Existe una cierta especificidad, encontrando gorgojos que afectan a cada tipo de grano, gorgojo del arroz (Sitophilus oryzae, foto a la izquierda), Gorgojo del maíz (S. zeamais), gorgojo del trigo (S. granarius), etc. Pero también es cierto que cualquiera de ellos lo podemos encontrar en otros productos, incluso sin ser cereales, como legumbres y otros elementos. Además, su diferenciación en compleja, especialmente para los legos y casi imposible sin ayuda de elementos de aumento, como lupas o microscopios.

Como características similares y comunes a todas estas especies son las siguientes:

  • Tamaño pequeño, menor a 5 mm, pero visibles, especialmente en alimentos de contraste como el arroz, la harina o la pasta, donde su color oscuro destaca sobre el producto.
  • Presentan un pico que les permite taladrar los granos o productos y alimentarse de ellos, además de hacer hueco para la puesta de los huevos.
  • Colores oscuros: negro, rojizos, pardos…
  • Ciclo de vida de aproximadamente un mes desde huevo al adulto en verano, esto se ralentiza mucho en otras épocas del año, pudiendo superar los 6 y hasta los 10 meses, los adultos tienen una vida larga que puede superar el año, donde la hembra puede poner unos 300 – 600 huevos, lo que hace que su crecimiento sea rápido, pero no explosivo, y que depende mucho de las condiciones climáticas, especialmente la temperatura y la humedad. A pesar de que en el norte de España no es habitual, el cambio climático puede hacer que sea cada vez más frecuente.
  • Las larvas se desarrollan en el interior de los granos o los productos, saliendo al exterior una ves son adultos, fase que podemos ver externamente, incluso fuera del lugar donde esta la comida, ya que se desplazan y en algunos casos incluso vuelan.

Los vamos a encontrar en cualquier lugar, campos de cereal, almacenes de grano, panaderías, fabricas de pienso, y, también en nuestras casas, ya que en algunos lugares de les denomina la plaga de las alacenas. Los envases de plástico o cartón no se resisten a su taladro y puede colonizas envases que parecen completamente cerrados, incluso pueden venir contaminado de origen y desarrollarse dentro del paquete si las condiciones ambientales son buenas. En algunos casos su infestación es tal que coloniza el resto de la casa, incluso surgen caso alejados de las cocinas, asociados a cajas de cartón y similar, especialmente en pisos cerrados durante tiempo, por ejemplo los vacacionales.

 ¿Qué hacemos si los encontramos? ¿Son peligrosos?

Lo primero que tenemos que comprobar es que realmente son gorgojos, que se mueven y que están presentes ene l interior de los envases. A veces pueden verse cuando metemos el producto en agua, ya que tiene den a flotar, otras veces los vemos sobre la alacena, una vez han abandonado el producto. En cualquier caso podemos estar tranquilos, no se trata de una plaga peligrosa, no es que sean comestibles, especialmente ahora que existen insectos declarados como tal en la UE, pero tampoco nos causarían daño si por casualidad acaban en nuestros estómagos. Es cierto que nos da cierto reparo ver esos bichitos recorriendo nuestros tallarines, es cierto también que al alimentarse de ellos los rompen y los vacían, haciendo que pierdan calidad, pero en nuestra casa, el impacto que tiene un infestación por estos bichejos, no pasa de ser una anécdota que hace que tiremos unos cuantos envases, algunos de ellos seguramente sin afectación y que nos obligue a hacer una limpieza a fondo de los armarios, despensas y alacenas, algo que, por otro lado, siempre viene bien aunque nunca encontremos el momento para ello.

Si rebuscamos un poco por internet seguro que encontraréis lugares donde relacionan al gorgojo con una “terrible” enfermedad, a la enfermedad del molinero, que se atribuye al gorgojo del trigo, sin embargo, se trata de una patología con múltiples orígenes y de respuesta alérgica por la exposición prolongada a ambientes cargados de harina y en este caso complicada por la presencia de este insecto. Por tanto, tranquilidad, no vas a sufrir este cuadro por encontrarte de vez en cuando estos bichitos en tu arroz o en tu pasta.

Causas de la aparición del gorgojo y pautas para evitarlo

Existen ciertos factores que predisponen a la aparición de gorgojo en nuestras alacenas, pero el factor principal es la mala suerte. El bichito puede venir con la compra de algún alimento o colarse en nuestra casa por cualquier otro motivo … En algunos casos no llegaremos si quiera a verlo y, aunque nos parezca algo asqueroso, acabará siendo parte de un arroz caldoso o una pasta con boloñesa. En otras ocasiones se hará visible y colonizará otros productos, no sólo en que ya venía contaminado, esto dependerá de una serie de factores:

  • Temperatura: hemos visto que la temperatura hace que el ciclo desde huevo a adulto sea rápido, aproximadamente un mes, a lento, superando el año. Esto determinará una mayor o menor velocidad en el aumento de la plaga que puede hacer que pase desapercibida o que sea visible en unos pocos meses. A 30 ºC una hembra puede conseguir que en apenas un mes eclosionen 500 nuevos ejemplares, sin embargo, a temperaturas bajas, por debajo de los 15 ºC tardaría casi un año en ciclar. De ahí que sea una plaga típica de sitios tropicales con temperaturas constantes todo el año y humedades altas. En España es mucho más común en el sur que en el norte, aunque debido a nuestro clima su aparición suele concentrarse en los meses de verano.
  • Tiempo: hemos visto que a igual temperatura el número de ciclos puede hacer que la infestación se trata de unos pocos ejemplares a cientos de miles. Así, los almacenes que guardan grano o productos durante meses son más susceptibles de grandes infestaciones. De ahí la importancia de una buena rotación del producto para limitar el ciclado del insecto.
  • Higiene: los lugares limpios, higiénicos, donde el producto esta bien ordenado y en condiciones hacen que la evolución de la plaga se limite, mientras que lugares sucios, donde siempre hay restos de productos, favorecen que esos restos actúen como un reservorio de insectos y colonicen a las distintas partidas que van llegando al local.

Las pautas para evitarlo tratarán de bloquear los factores que lo favorecen, así tendremos que tener en cuenta:

  • Almacenar poca cantidad de productos en nuestra casa, especialmente arroz, pasta y harina, haciendo una buena rotación de las existencias (Los primero que entra es lo primero que sale – Regla FIFO).
  • Mantener las alacenas, estanterías y almacenes limpios y libres de polvo y restos de comida, vigilar especialmente los envases abiertos y rotos. Para esto es interesante realizar aspirados frecuentes de estos espacios, para capturar todo el polvo y restos de materiales.
  • Tener mucho cuidado con la temperatura de nuestro almacén o alacena, alejar los espacios donde guardamos estos productos de focos de calor: motores, fogones, calefactores. Que puedan provocar un ambiente muy propicio que acelere el ciclo de la plaga. Especial atención también al verano y a los locales poco ventilados que tienden a acumular calor.
  • En caso de tener producto almacenado se recomienda introducirlo en envases de vidrio cerrados, ya que el gorgojo es capaz de taladrar el plástico y el cartón y colarse en los envases, sin embargo, el vidrio o las latas bien cerradas hacen de barrera.

Pasos a seguir si tenemos una infestación

  1. Vaciar todos los productos susceptibles de tener gorgojo: pasta, harina, arroz, tostadas … No te olvides tampoco de las legumbres. De hecho lo mejor es sacarlo todo para unas cajas y empezar a revisar una a uno los envases y productos.
  2. El examen debe ser concienzudo, no basta con observar las ventanas de los envases y esperar a ver si vemos los bichitos oscuros, primero porque los envases cada vez tienen más colores y menos ventanas, y segundo porque en algunos tipos de envases, por ejemplo de cartón o papel, esto no es posible. Por ello nos tocará abrir envase a envase, se recomiendo hacerlo en un plato blanco o envase tipo túper con una hoja blanca abajo, así destacará más el gorgojo, haciendo una capa fina de producto. Si vemos gorgojo lo descartaremos a un cubo lleno de agua para intentar que los gorgojos no sobrevivan. Si no los tiene lo pasaremos a un frasco de cristal o plástico fuerte bien cerrado.
  3. Una vez vaciado el estante o almacén se procede a su aspirado completo y limpieza a fondo con jabón primero y después de aplica un desinfectante. De esta forma eliminaremos los restos de comida y dejaremos el espacio listo para volver a ocuparse. Recuerda a partir de ahora almacenos poco y mantener orden y rotación de producto.
  4. Los productos no descartados no tienen bichos visibles, pero no podemos descartar larvas o huevos, por lo que de ser poca la cantidad y bajo su valor económico se recomienda desecharlos también para que la plaga no se vuelva a reproducir. En caso de que esto no sea posible podemos optar por una solución curiosa y para muchos ilógica… Congelar el alimento, es cierto que se trata de alimentos secos, y que la congelación lo que hace es cristalizar el agua, pero debemos recordar que los huevos y las larvas de los parásitos si que tiene agua, por lo que este proceso, si se realiza a temperaturas adecuadas, por debajo de los 15 ºC y durante al menos 10 días, asegura la eliminación de los gorgojos viables en cualquiera de sus fases, por lo que el producto ya no sería un foco de riesgo.
  5. Los tratamientos profesionales pueden ser necesarios en caso muy graves o en brotes recurrente o de compleja solucióny siempre debe abordarse de ese modo cuando se trata de un problema en una industria alimentaria, dejando estas soluciones anteriores para los hogares y los espacios particulares. A veces es interesante, en lugares de alta exposición, contar con trampas de pegamento para insectos rastreros con el fin de limitar al principio las infestaciones incipientes, y también como sistema de monitorización, al poder observar su presencia y actuar rapidamente.

 Conclusiones

Recuerda que, como en el resto de las plagas, la prevención y la higiene son cruciales, que a día de hoy no es peligrosa ni común, pero que los cambios en el clima pueden aumentar su prevalencia y pueden comprometer la calidad y la integridad de los alimentos, además de devastar cultivos.

Los tratamientos químicos son problemáticos en los espacios con alimentos, por lo que una buena detección y una actuación drástica son siempre importantes.

 
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Antonio Fontenla Martínez

Calidaria - Formación y Calidad Alimentaria

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